Una experiencia poco común propone el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), sede Neuquén, a través de la muestra “Habitar la reserva”, la de dar a conocer la totalidad de su patrimonio y obras que nunca antes fueron expuestas, pero también la historia de las personas que les dan vida y que forman parte de la cotidianidad de la prestigiosa institución.
Como se dijo en la presentación de la inauguración, “es una muestra menos conservadora, pero no por eso menos conservada”. Y lo mejor de todo es que puede conocerse y disfrutarse con entrada libre y gratuita.
María Pasqualini, secretaria de Cultura, Capacitación y Empleo, contó que el MNBA tiene 196 obras propias y solo ha expuesto alrededor de 123. “Las más de 70 obras restantes estaban guardadas y algunas ni siquiera habían sido expuestas una sola vez”, deslizó.
De ahí la importancia de esta muestra temporal que estará al alcance de todos y todas hasta enero de 2024: “Por un lado la ciudadanía tendrá la oportunidad de recorrer la totalidad de las obras del Museo y por otro, cuando entre, va a respirar la vida interna y cotidiana del mismo, desde cómo se arma una muestra a quiénes son parte”.
“Todo el personal del MNBA se vio involucrado en la preparación de “Habitar la reserva”, relató la funcionaria entusiasmada en medio de una sala donde todas las obras tienen un rol protagónico.
De esto también habló la directora del MNBA, Natalia Michelini, quien quiso hablar del “romanticismo” de la muestra y que reside en gran parte en las vivencias y sentimientos que tuvo/tiene el equipo que trabaja en el Museo desde hace muchos años cuando a medida que va sacando los cuadros guardados recuerda cómo llegaron, cuándo, de qué modo, sus circunstancias.
Así, el objetivo no es solo ver la obra “sino vivenciar la trastienda, el detrás de escena del Museo, van a encontrar –explicó- las herramientas con que se hace un montaje o se embala una pieza, van a poder a lo mejor experimentar la experiencia de un guía que la vio llegar hace años y ahora la vuelve a mostrar públicamente”.
“En esta muestra hay patrimonio nacional que no se mostró y también patrimonio neuquino de muchas donaciones que hemos recibido a través de estos casi 20 años de vigencia que tiene el MNBA”, dio una pista de lo que hay para ver y deslumbrarse.
Como explica el folleto de bienvenida, “el museo no es solo un escaparate del patrimonio, sino que acerca estas experiencias a todos aquellos que quieran atravesarla. Pensamos así una nueva práctica de acceso a la colección junto con el equipo del museo como protagonistas. De este modo decidimos no cerrar el acceso al público de las obras guardadas en la reserva sino mudarlas temporalmente a la sala para que puedan exhibirse”.