El alemán tuvo que abandonar en el segundo set tras sufrir una torcedura de tobillo, por lo que Rafa buscará agrandar su leyenda en París ante el ganador de Ruud-Cilic.
Rafael Nadal encontró este viernes una victoria que lo dejó un paso más cerca de su 14° título en Roland Garros y su 22° Grand Slam para sacarle dos de ventaja a Novak Djokovic y Roger Federer en la carrera por ser el más grande de la historia. Sin embargo, no la consiguió de la manera que lo habría deseado. Es que Alexander Zverev, tercero del ranking y que tenía chances de terminar como uno del mundo si triunfaba en París, sufrió una impactante lesión en el tobillo derecho que lo hizo dejar la cancha en silla de ruedas. Ocurrió en la definición del segundo set, cuando el partido era muy parejo. El marcador quedó a favor de Nadal en 7-6 (10), 6-6 y abandono del alemán.
Nadal aguarda ya en la final -la trigésima de su carrera en un Grand Slam-. Y espera por su rival que saldrá del entre el noruego Casper Ruud, octavo de la clasificación, y el croata Marin Cilic, 23°.
Un primer set de palo y palo
Zverev comenzó el partido con todo, respondiendo con firmeza el saque de Nadal al punto de quebrarlo en el primer game. Con la misma confianza se impuso en el segundo, poniéndose 2-0 exigiendo al español en cada punto. El germano parece decidido a darle pelea desde el minuto 0 a Rafa, que tiene récord de 13-1 en semis (solo perdió el año pasado ante Djokovic).
En el tercer game, Nadal controló mejor a Zverev y, con algo de esfuerzo, se pudo anotar en el marcador. Fue el inicio de un intercambio de games ganados con el servicio, hasta llegar al 4-2 con servicio de Rafa.
El séptimo game, para muchos el más importante del set, encontró a un Nadal casi perfecto, sentenciando la historia con la autoridad propia de quien se siente rey de la arcilla. Además de ponerse 4-3 abajo, Rafa le marcó la cancha a Zverev por primera vez en el partido, algo que se comprobaría minutos después.
Se veía venir y llegó: Nadal quebró a Zverev e igualó las acciones 4-4, a pesar de que el alemán logró levantar un primer break point. El germano cayó en un pozo anímico y empezó a mostrar las imprecisiones que suelen acecharlo en este tipo de definiciones. «Se quebró solo», dijo Mariano Zabaleta en la TV, y tuvo razón.

Zverev tuvo un arranque bárbaro ante Nadal pero cayó en su rendimiento. Foto: AP Photo/Michel Euler.
Algo nerviosos y sin hacer su mejor tenis, Rafa y Zverev quedaron 30-30 y 4-4. Fue ahí que apareció la garra española con un ace y un winner para ponerse 5-4 e intentar quebrar al alemán para llevarse un primer set que lo tuvo corriendo de atrás.
El décimo game fue un 10 en emociones. Rafa desaprovechó tres set points, de los cuales Zverev salió airoso con gestos técnicos notables. Fue 5-5 tras varios puntos épicos y errores no forzados difíciles de explicar en ambos lados.
Tras superar la primera hora de juego, Rafa logró mantener su saque en el undécimo juego y ponerse 6-5. No la tuvo fácil el español ya que tuvo que levantar dos break points. Zverev terminó cediendo su resistencia con dos errores no forzados a la red.

Nadal debió trabajar para ganar el primer set. Foto: REUTERS/Benoit Tessier
Decidido a buscar el tie break, Zverev tiró sobre la cancha su revés cruzado para dar cuenta de Nadal y ponerse 6-6, decretando el desempate para la primera manga.
En el tie break, Zverev volvió a mostrarse como en el inicio del juego, decidido. Se puso 6-2, con cuatro set points a favor, y Rafa hizo gestos como que se sentía molesto con el peso de la pelota. ¿Qué siguió después? El español hizo un ace, luego el alemán falló en una volea y Rafa regaló el mejor punto del partido con un passing cruzado para ponerse 5-6 con su servicio. Nadal volvió a salvar el set con un lindo intercambio de golpes, que Zverev no pudo definir en la red.
En el momento más complicado del partido, Nadal sacó golpes increíbles. Y volvió a hacerlo en el 6-6 tras un buen ataque de Zverev, con una paralela que lo dejó 7-6, con su tercer set point. Pero Sascha no se quedó atrás y se puso 7-7. Es un partidazo.
Tras quedar 8-8, Rafa hilvanó dos puntazos y se terminó llevando el primer set, liquidando las acciones con un passing paralelo que dejó sin respuestas a Zverev. Fue 10-8 y primer set para el español tras 91 minutos de juego a puro vértigo.
Drama en el segundo set

Nadal y otra muestra de resiliencia en el primer capítulo. Foto: AFP
Con el sabor amargo de haber desaprovechado cuatro set points en el primero, Zverev busca retomar el dominio del partido con su servicio en la segunda set. Pero Nadal, embalado, golpeó de arranque y quebró para ponerse 1-0.
¿Se escapaba Rafa? No, todo lo contrario. Porque Zverev reaccionó y recuperó enseguida la rotura de servicio para emparejar la historia luego de 5m15 de pelea. No duró demasiado. En un otro juego largo, que se extendió por casi 7 minutos, el español volvió a pasar al frente. En el último punto pasaron la bola 45 veces de lado hasta que el alemán falló cuando quiso cerrar con un passing cruzado que se fue afuera por milímetros.

Zverev y Nadal estuvieron muy mal con su servicio en el segundo set. Foto: AFP
El show del quiebre siguió su curso. Y Zverev, con cierta facilidad, volvió a emparejar el tanteador. Cuatro juegos, cuatro saques perdidos. Producto de la tensión y de la presión que sobrevuela por el Philippe Chatrier.
La quinta fue la vencida. El germano, si bien debió levantar un punto de quiebre, pudo sostener su servicio y adelantarse por primera vez en el segundo capítulo. Y no se quedó ahí. Nadal no pudo sostener su saque por tercera vez en el set a pesar de que llegó a estar 40-15 arriba. Así, Sascha quedó 4-2 arriba.
Pero nunca hay que dar por vencido a un campeón como Nadal. En un juego donde mostró todo su arsenal de golpes y su sensibilidad, el español volvió a acercarse en el marcador luego de una doble falta letal de Zverev.
Sin embargo, Nadal siguió con su saque embrujado. Y después de fallar un smash increíble -algo raro en el español-, el alemán volvió a estirar distancias para sacar para el set. Pero falló. Tres doble faltas le sirvieron el juego en bandeja para que Rafa quedara 4-5 con chances de emparejar otra vez el parcial.

Nadal corrió desde atrás en el segundo set. Foto: AP
Y lo emparejó nomás. Ganó en solidez y en profundidad y pudo sostener el saque por primera vez en el set para quedar 5-5.
Nadal empezó a fluir en la cancha. Se lo notaba más cómodo y dispuesto a ir otra vez por el saque de Zverev. Se puso rápido 0-30, pero Sascha reaccionó y ganó los cuatro puntos siguientes para quedar 6-5 y obligar al mallorquín a sostener su saque para llegar otra vez al tiebreak.
El español, con solvencia aunque con un Zverev que no quería regalar más chances, logró igualar el set y llevar el partido al tiebreak después de que se le trabara el tobillo derecho al alemán y mandara la bola afuera. El dolor es fuertísimo y dejó la cancha en silla de ruedas.
El alemán regresó a la cancha pero lo hizo con muletas y solo para avisar que abandonaba el partido, lo que le dio el triunfo a Nadal luego de tres horas y 13 minutos de una batalla infernal y una drama final. Rafa, a pesar del dolor por la forma en que ganó, está otra vez a las puertas de hacer historia grande.

Fuente Clarín