La ceremonia contará con un protocolo especial para garantizar los cuidados de cara al coronavirus. Reactivación y refuerzo de la campaña sanitaria, los ejes del discurso presidencial.
Está previsto que el Presidente arribe a las 12 al Congreso de la Nación en la que será una ceremonia atípica debido al confinamiento. Para cuando el Presidente brinde su informe sobre el estado del país y anuncie sus objetivos de gestión para el resto del año, el recinto se mostrará distinto a lo que acostumbra en estas ocasiones.
Acorde al protocolo de la Asamblea Legislativa para la inauguración 139 del período de sesiones ordinarias, por primera vez no habrá invitados. Con el objetivo de garantizar el cuidado de los participantes, solo estarán presentes el presidente de la Nación, su gabinete de ministros y miembros de la Corte Suprema de Justicia. A su vez, gobernadores y gobernadoras estarán presentes de manera remota.
En esta oportunidad tampoco estarán todos los legisladores en el recinto, ya que algunos participarán de manera remota a través de la plataforma Webex, de la misma forma en que se realizaron las sesiones durante el año pasado.
De esta manera, la sesión se llevará a cabo bajo una modalidad mixta entre presencial y remota.
Para garantizar el distanciamiento social de los presentes, las acreditaciones al periodismo también fueron acotadas, dando prioridad a los medios parlamentarios con acreditación permanente, a los canales de televisión con transmisión en vivo y a las agencias nacionales e internacionales. En tanto, la cobertura audiovisual y fotográfica estará a cargo de los equipos de comunicación del Congreso de manera exclusiva.
El Gobierno llegará el lunes a un Congreso con aguas caldeadas. Legisladores de Juntos por el Cambio arremetieron contra el oficialismo luego de que trascendiera la existencia de un “vacunatorio VIP” en el Ministerio de Salud. El propio Presidente añadió leña al fuego desde México, donde en una conferencia de prensa que compartió junto a Andrés Manuel López Obrador calificó a las denuncias como “payasadas”.
“El Presidente debería ser el primero en pedir a la Justicia que investigue hasta el hueso. La falta de vacunas es un problema, pero la inmoralidad pública es intolerable y el Gobierno no acusa recibo. Señor Presidente: no pida impunidad, no intente tapar el sol con la mano”, escribió en sus redes el jefe del interbloque Juntos por el Cambio en Diputados, Mario Negri (UCR).
Desde el Senado, el presidente del interbloque Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff (UCR), le reclamó: “Presidente sea responsable. No defienda lo indefendible. Exija la renuncia de todos los que participaron en esta estafa a la sociedad”.
A este escenario se suma el hecho de que la oposición retomará este sábado los “banderazos” para protestar contra el Gobierno, esta vez con el foco en el denominado “vacunatorio VIP”. Difundida en redes sociales por referentes opositores bajo los hashtags #27F y #Argentinazo, será la primera gran marcha del 2021 que enfrentará la Casa Rosada.
Como contrapartida, diferentes organizaciones sociales convocaron a movilizarse en respaldo del Gobierno el lunes en las inmediaciones del Congreso. El Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, aseguró en declaraciones a la prensa que Casa Rosada no está detrás de la medida, y es el Movimiento Evita quien encabeza la convocatoria. El lema elegido la agrupación levanta suspicacias a raíz de lo ocurrido en los últimos días con las vacunas: “Por una Argentina sin privilegios”.