Miles de personas se movilizaron hoy frente a los Tribunales de cada provincia. En Neuquén la marcha se dirigió por Avenida Argentina hasta el Monumento a la Madre y desde allí se dirigieron hasta Casa de Gobierno, y luego se trasladaron a la sede del Tribunal Superior de Justicia. La macha fue convocada por la agrupación Ni Una Menos organizaciones sociales. Exigen reformas en la justicia y en seguridad para evitar más casos como el sucedido en Rojas
“Por Úrsula, por todes” es el título con que la agrupación Ni Una Menos convocó frente a los tribunales de cada provincia del país para pedir, primero, justicia por Úrsula; segundo, por todas las víctimas; tercero: para que la situación de desprotección de la mujeres por parte del Estado se modifique de una vez y haya una reforma en la justicia.
El reclamo no se sostiene solamente en la convicción de quienes marchan sino en los datos: en lo que va de este año, es decir, en los 48 días que lleva el 2021, ya hubo 49 femicidios. El de Úrsula Bahillo, acaso porque sucedió después de que ella misma agotara todas las instancias posibles de denuncia que ofrece el Estado, fue el que desencadenó la furia una vez más. Tenía 18 años. La asesinó su ex pareja, Matías Ezequiel Martínez, el 8 de febrero de este año, y la dejó tirada en un descampado cercano a Rojas, en la Provincia de Buenos Aires.
En compañía de su madre, Úrsula había denunciado dos veces a su ex pareja: por violencia de género y por romper el límite perimetral que se le impuso tras la primera denuncia. No fue suficiente: Martínez -oficial de policía- la asesinó con 15 puñalas. De nada sirvió la Comisaría de la Mujer en Rojas, ni los repetidos mensajes de alerta que la propia Úrsula le dio a sus amigas. Pese a todo, fue asesinada. Y es por eso que se escucha otra vez el grito desgarrador de miles de mujeres en la plaza, bajo un cielo despejado, entre caluroso y triste. Aquí, frente a las columnas de la ley, las mujeres piden justicia.
“Venimos por todos los femicidios que hay y porque no hay respuesta del Estado. Existe un Ministerio que no funciona por ahora para nada. No hay políticas que estén solucionando la cuestión ni que nos dé respuesta a nosotras como mujeres, que vivimos… sobrevivimos más bien… en esta sociedad”, dice Aylen, de 22 años.
Antes de la charla, la convocatoria del Ni Una Menos fue clara. En un comunicado que publicaron en Facebook, escribieron: “¿Qué pasa cuando una mujer, lesbiana, travesti o trans denuncia violencia de género? Espera horas que la atiendan en la línea 144, y cuando sucede le dicen que vaya a la comisaría a hacer la denuncia o a la Oficina de Violencia Doméstica si está en CABA. Otra vez la espera de horas, y la revictimización. Con suerte, consigue que se dicten medidas de protección: para todas las mismas”.
El proceso que describen es el mismo que mencionan muchas mujeres en la marcha cuando se les pregunta si tuvieron que apelar a alguna de esas instancias. La dificultad y lentitud burocrática para establecer medidas eficaces de protección es de los reclamos más urgentes.
Sigue la publicación de Facebook: “La víctima está sola frente a la policía -que nos toma por locas- y a una Justicia que no escucha. Sola, salvo por el acompañamiento de amigas o de organizaciones feministas en el mejor de los casos. Solas, encerradas por ese sistema de medidas de restricción que nadie hace cumplir. Existen los refugios pero son pocos y siguen sosteniendo el paradigma de perderlo todo en un encierro obligado y privado de los afectos cercanos mientras los agresores siguen con su vida. En el caso de Úrsula, le dieron vía libre institucional al femicida. LA JUSTICIA ES RESPONSABLE”, dice el texto.
(Foto: Franco Fafasuli) para Infobae